Antes de involucrarse en un engorroso plan de actividades hay que preguntarse, las vacaciones, para qué son y con qué disfruto yo.

Muchas veces los odontólogos sentimos que no podemos permitirnos tomar vacaciones o estar enfermos por la fuerte presión económica ya que, al ausentarnos del consultorio, el ingreso se detiene, pero los gastos generales continúan sin descanso. El descanso y el tiempo libre son fundamentales para que nuestro cuerpo y mente funcionen apropiadamente, tengamos en cuenta que los odontólogos pasamos la mayor parte de nuestras vidas aislados en un espacio pequeño, por lo que no tenemos la oportunidad de compartir y resolver problemas con colegas como otros grupos profesionales, nuestro trabajo es complejo, meticuloso y se lleva a cabo en un espacio oral restringido, por lo tanto los procedimientos son física y mentalmente agotadores, además sabemos que la odontología está muy relacionada con el arte y esto genera una búsqueda incesante de la perfección y como consecuencia de todo esto puede manifestarse tensión, problemas en la columna, trastornos circulatorios y otras patologías.

Es importante como primer paso saber y aceptar que el ámbito laboral no es todo  color de rosa, que hay frustraciones constantes, que no siempre las cosas suceden cómo las planeamos, que surgen imprevistos, que no somos perfectos u omnipotentes y que tenemos limitaciones.

Para entender que lo más importante es disfrutar hay que cortar con las preocupaciones habituales, los expertos dicen que la familia y los amigos son la principal fuente de satisfacción, sin embargo, sólo destinamos 16 horas semanales para compartir con ellos, contra casi 50 horas dedicadas al trabajo.

Colegas las vacaciones comienzan en la cabeza, desenchufarse es sano y productivo, es en las vacaciones cuando se nos ocurren esas grandes ideas, son el momento ideal para descansar e incorporar lo que se ha vivido durante el año. Es momento para destinar unos días a hacer reflexión y una valoración de lo malo y bueno que nos  ha ocurrido durante el año, para poder progresar en la vida de una manera más armónica y consciente.

Las vacaciones permiten, en definitiva, reducir el estrés y otras patologías derivadas de las obligaciones, ayudan a mejorar la productividad durante el resto del año. Por eso les deseamos…

¡Muy felices vacaciones!