Investigaciones anteriores han demostrado que decirse algo a sí mismo, o siemplemente mover la mandíbula, interfiere con la memoria a corto plazo y los sonidos imaginarios. Este estudio, sin embargo, es el primero en examinar el efecto de la goma de mascar en los "earworms" (literalmente, gusanos del oído) o síndrome del tarareo.
"El fenómeno de los "earworms" se remonta al menos al siglo XIX: tanto Edgar Allan Poe como Mark Twain se refieren a esta experiencia en obras conocidas. La mayoría lo experimenta por períodos cortos de unos pocos minutos, pero otros pueden experimentarlo durante dos o tres días, lo cual puede ser extremadamente frustrante y debilitante. Queríamos explorar si un acto tan simple como mascar chicle podía ayudar", explicó el Dr. Philip Beaman de la Escuela de Psicología y Ciencias Clínicas del Lenguaje de la universidad que dirigió el estudio.