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Los piercings orales y sus repercusiónes en la salud bucodental

El uso cada vez más popular de piercings en lengua, labios y mejillas, están provocando complicaciones y lesiones bucodentales alarmant

Aunque el piercing se ha puesto de moda en los últimos años, la historia muestra que era una práctica ancestral practicada por antiguas civilizaciones y resucitada en Occidente por el movimiento punk a finales de la década de los 70’s.

Hoy en día sus mayores fans son los jóvenes que los usan con diversos fines: por rebeldía, religión, como símbolo de pertenencia a un grupo e incluso para aumentar el placer sexual.

El auge de la moda del piercing está haciendo que cada vez más personas de “todo tipo” los estén usando. Estadísticas estiman que actualmente un 8 por ciento de la población mayor de 14 años lleva un piercing en alguna parte de su cuerpo.

Sin embargo, la moda del piercing ha traído consigo complicaciones y diversos problemas de salud que cada vez son más frecuentes especialmente en el área de la salud bucodental. Se ha visto un incremento significativo en el uso de piercings orales. Al parecer, la boca es una de las áreas preferidas por los jóvenes para colocarse estos adornos, especialmente en los labios y en la lengua.

A raíz del incremento de consultas debidas a dolencias bucodentales producidas por el uso de piercings orales, han empezado también a surgir nuevos y diversos estudios sobre el tema.

Una de las investigaciones más recientes fue realizada por la Universidad Rey Juan Carlos de Madrid. El estudio señala que el 72 por ciento de los portadores de piercings orales sufre algún problema posterior a la colocación del adorno.

Las complicaciones más frecuentes citadas por dicha investigación son: la inflamación (35%), seguida de dolor (18%), dificultad de hablar y de masticar (15%), alteración del gusto (5%), sangrado (4%), aumento de la salivación, infección y sensación de hormigueo (un 2%) y alergia (1%).

No obstante, la lesión que más preocupa a los odontólogos es la periodontal, pues se producen en casi la mitad de los portadores de piercings (48,1%), especialmente cuando éstos son de metal.

 

Las complicaciones que surgen del uso de piercings orales, pueden ocurrir durante o después del procedimiento, siendo las principales las siguientes:

Complicaciones durante la colocación: dolor, lesión nerviosa, edema, hemorragia, enfermedades transmisibles (como hepatitis, VIH, entre otras)

Complicaciones inmediatas a la colocación: inflamación local, infección localizada, trauma en mucosa, bacteriemia, Angina Ludwig.

Complicaciones tardías: Hiperplasia tisular, esmalte, fractura dentaria, recesión gingival, aspiración o ingestión, hipersensibilidad, hipersalivación, formación de cálculo en piercing, halitosis, Interferencia radiográfica, reacciones adversas, alteraciones en la fonación, deglución y masticación.

El incremento de estas afecciones se debe especialmente a la falta de higiene del sitio oral perforado y porque el procedimiento es usualmente es realizado de forma empírica y sin las debidas medidas de higiene (desinfección y esterilización). Por otro lado, en la mayoría de países no existe un control sobre quienes hacen piercings, así que cualquiera puede montar un negocio de este tipo en cualquier lugar, sin llenar ningún tipo de requisito. 

Si el piercing se realiza con un equipo contaminado, podría provocar enfermedades como hepatitis, candidiasis, virus Epstein Barr, infección por pseudomonas, virus herpes simplex o sida.

Es por eso que daba la gran cantidad de complicaciones que producen, los profesionales de la salud oral desaconsejan el uso de los piercings orales. Reconocidas Asociaciones como La Asociación Dental Americana, se han pronunciado al respecto y se han opuesto rotundamente al uso de piercings en labios, mejillas o lengua y han advertido de sus enormes riesgos a la población.

La colocación y uso de piercings, especialmente orales, no está exenta de importantes riesgos y complicaciones, por lo que debería ser una práctica restringida o  por lo menos regulada y debería difundirse más ampliamente los riesgos que entraña dicha práctica. (Fuente: www.lineaysalud.com)

DISCUSIÓN Existen estudios que han demostrado que el cáncer oral y faríngeo en personas jóvenes está siendo más frecuente en todo el mundo. La causa se está investigando, pero se daría por la exposición en forma más intensa del individuo a los factores de riesgo más comunes; o la aparición de nuevos agentes etiológicos. Los piercings de lengua se han asociado a complicaciones locales y sistémicas. Las complicaciones locales se deben, frecuentemente, luego de la realización del piercing pero también se han descrito efectos locales en el tiempo que pueden causar problemas como dificultad en el habla y la salivación.

Las complicaciones orales más frecuentes, por el piercing, son el daño de los elementos dentarios y del periodonto. A nivel de tejido duro se pueden mencionar daños en el esmalte, fracturas amelodentinarias debidas al golpe constante de las bolitas de la joyería colocada.

Entre las complicaciones a nivel de cavidad oral pueden mencionarse:

Locales:

Lesiones orales de lengua, encías y paladar; Posible pérdida dentaria, principalmente en la región anterior mandibular; Hipersensibilidad de dentina y periodontitis;  Fisuras dentales y retracción gingival;  Hemorragias, hematomas e infecciones por el continuo contacto con alimentos y saliva; Desórdenes de la fonación masticación;  Migración de elementos dentarios; Faringitis streptococcal; Sensación de picazón y dolor; Lesiones nerviosas y sensitivas.

 

Sistémicas:

Transmisiones cruzadas de infecciones como hepatitis B, C o D y SIDA. Endocarditis secundaria por Staphylococcus epidermidis e infecciones por otros agentes como Haemophilus aphrophilus; Bacteremia y sepsis, que pueden cursar con síntomas como fiebre.

 

Es probable que el piercing produzca una irritación mecánica crónica de la mucosa oral, generando un hábito parafuncional de la lengua (posición baja). De esta manera, a una hemilengua con movimientos parafuncionales y en una posición anómala se le suma la agresión de cúspides de elementos dentarios en linguo-versión y factores como la pobre higiene oral, el tabaco, la exposición a agroquímicos, dando como resultado una mixtura de factores de riesgo de cáncer oral, que en conjunto, promovieron el desarrollo de la patología.

 

En la actualidad los profesionales odontólogos observan un incremento en el número de pacientes con piercing intra-oral, por lo cual se hace necesario que el profesional informe a estos pacientes sobre los posibles riesgos y complicaciones asociadas al uso de este artículo de moda, como así también de todos los factores de riesgo conocidos hasta la actualidad.